viernes, 18 de junio de 2010

Vivo en Murcia, soy Arquitecto y Profesor Asociado de la Escuela de Arquitectura en la UPCT. Me dedico profesionalmente a la Rehabilitación de Edificios Históricos.
Políticamente milito en el PSOE, y soy concejal en el Ayuntamiento de Murcia

Tercer taller de formación política
“Urbanismo para la recuperación económica”

Día: sábado, 19 de junio

Lugar y hora: Sede Regional del PSRM-PSOE de 10.00 a 14.00 horas

domingo, 23 de mayo de 2010

Probablemente yo no esté aquí dentro de diez años

(A propósito de del post anterior…
LA GRAN PREGUNTA: ¿De qué vamos a vivir dentro de 10 años en España? ¿Y en Murcia?)

Por Antonio G. Molina. Licenciado en Filosofía y Letras

¿De qué vamos a vivir en España y en Murcia dentro de diez años? se preguntaba un colaborador habitual de su diario hace unos días. El artículo de opinión lo firmaba un miembro del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia con una trayectoria muy larga en el espacio sindical.

Su afirmación postulada en la cabecera de su columna asemeja a aquellas citas en latín que el predicador extraía de la Biblia para el inicio de su sermón: como todo mensaje que debe aceptarse por ser “palabra de Dios” sería la razón primera y última del discurso terrorífico sobre nuestras culpas y pecados que nos lanzaría el dominico o jesuita al estilo de San Ignacio de Loyola.
La culpa es nuestra, ¿pero cómo y de quienes? Deducir que los 300 millones de chinos están “viviendo cada vez mejor” en base a que su PIB está creciendo al 13%, mientras los “viejos” pobladores de Europa debaten sobre competencias territoriales o derechos de minorías, es probablemente una falaz argumentación del más recalcitrante estilo ultra-nacionalista y conservador.

Defender que la causa de la crisis de las hipotecas y del sistema financiero se debe a los bajos niveles de productividad, competitividad e investigación, es una simplificación que exonera a los banqueros, a los especuladores y a los organismos reguladores y controladores de los mercados: los mismos que, con una complicidad cínica primero, no valoraron los fraudes y taparon las operaciones y los productos financieros basura de alto riesgo, y ahora “apuestan” por la desconfianza en los bancos centrales que les facilitaron millones a espuertas para sostener el sistema. Vuelven a provocar el caos en Grecia o en Nueva York depreciando acciones a papel sin valor para a los pocos minutos recuperar o superar su cotización anterior a la maniobra.

Poner como ejemplo los modelos de producción chino o hindú y citar aunque de pasada el concepto de “costes laborales” no deja de ser un eufemismo al conocer aunque en la distancia, la situación y los derechos sociales casi inexistentes en esos países.

Basar el funcionamiento y la regulación de la sociedad mediante las leyes del mercado: consumo público, consumo privado y exportaciones dentro de una concepción liberal y abandonar una definición de valores humanos, sociales y políticos, dentro de una ideología donde deben primar los derechos a la vida, la libertad, la igualdad de acceso a los bienes, corresponde a la ideología de los poderosos donde la igualdad no pasa nunca de ser una utopía inalcanzable.

Todo ello por no sonreír con sarcasmo cuando afirma que “los chinos nacen pensando que el mundo es su mercado”. Lo poco que conozco de los chinos de aquí es tan oscuro que no he observado en sus rostros ningún signo de poder que vaya a conquistarme, de los de allá, por el precio de venta de los productos manufacturados que inundan nuestros mercados y el precio internacional de las materias primarias y energéticas dudo que tengan un nivel de renta social ni por asomo similar a nuestra sociedad europea en crisis.

Hacer hincapié en el necesario aumento de la productividad, de una reforma laboral orientada a rebajar las barreras para facilitar la contratación, partidaria de reducir la inversión y el gasto público a una “dieta estracita”, sin duda quiso decir “estricta”, rigurosa y sin excepciones, y un necesario cambio de modelo productivo, y para la galería, una tópica e ingenua ¿reforma del sector financiero? ¿A donde nos llevaría?

Que venga este planteamiento de un representante sindicalista solo me caben dos opciones: que ha tenido una fiebre de adoración al Capital o que las actuales organizaciones sindicales han abandonado los planteamientos de defensa de los derechos de los trabajadores por una tecnocracia de gestores de servicios jurídicos, formativos y de ocio de los afortunados que conservan el puesto de trabajo.

Sobre la “necesaria” reforma del sector financiero que campa a sus anchas en paraísos fiscales, con operaciones y productos de dudosa legitimidad pero que tiene en su poder tal cantidad de poder que pueden hundir la economía más boyante apostando a la baja y sin invertir ni un céntimo ¿Quien le pone el cascabel al gato?

Si he de creer que existen empresarios buenos afirmo que solamente creo en aquellos que tienen sentido de patria y defienden su negocio a capa y espada sea cual sea el partido político que esté en la Moncloa; en aquellos que cuando les hacen ofertas para que vendan y liquiden sienten su negocio y sus trabajadores algo más que un número o un coste de producción a reducir como sea; aquellos que consideran rentable un beneficio neto del IPC + 3 y no cuentan como pérdidas los beneficios no obtenidos o cuando no “doblan”; en aquellos que su empresa es su empresa, de su familia, de su país y que tributan de acuerdo con su única contabilidad; los que discuten, acuerdan y cumplen con sus trabajadores.

Luego están los “otros”, grandes y pequeños, siempre pequeños, abusando de los que dependen de ellos, en todos los sectores, justificando la ausencia de humanidad en razón de la economía sin moral de mercado, algunas veces falsamente y siempre defendiendo la diferencia y proclamando que cuándo tuvieron o estuvieron mejor los “sobreros”.

¿Qué herencia y estructuras socioeconómicas vamos a dejar a nuestros hijos y nietos? ¿Que modelos y principios imperecederos que sean conquista nuestra y aceptada por todos los ciudadanos con independencia de sus creencias en lo trascendente? ¿Qué pacto social democrático que contenga los valores indispensables para garantizar una convivencia en la diversidad ideológica, cultural y personal? Basta ya de “economía” como gestión de recursos escasos e instrumento para el control de la sociedad, va siendo hora de iniciativas, de ilusiones, de modelos de crecimiento sostenible y de respeto a nuestro planeta en nuestro entorno directo.En 2020 deberemos tener Madrid a una hora y cuarenta y cinco minutos en AVE, un español o castellano como lengua culta de intercambio de carácter europeo e intercontinental además de tres lenguas en Cataluña-Valencia, Euskadi y Galicia, una estructura política donde cada ciudadano tenga la misma cuota de soberanía y representación, una sociedad mejor distribuida económica y socialmente en la sanidad, la educación y el bienestar y un estado preocupado por dejar a nuestros descendientes un modelo de sociedad sostenible ambiental, energética y ecológicamente aunque yo no lo vea.

sábado, 8 de mayo de 2010

MEMORIA DEL TALLER SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA



LA GRAN PREGUNTA

¿De qué vamos a vivir dentro de 10 años en España? ¿Y en Murcia?








tiriti tran tran tran
tiriti tran tran tran tran
tiriti tran tran tran trero
ay tiriti tran tran tran
[…]que con la luz del cigarro yo vi el molino
se me apago el cigarro perdí el camino

perdí el camino mare, perdí el camino
ay que con la luz del cigarro yo vi el molino ...




Aprender sin pensar es inútil, pensar sin aprender peligroso e intentar salir de la crisis sin trabajo y talento es una macanuda gilipollez. Así hablo el joven profesor. “Oscuros tiempos en que es necesario explicar lo evidente”. Abreviando, en tres golpes y un ejemplo…
Primero… ¿Dónde está el problema? El diagnóstico.
La cantinela de que la crisis es mundial y, consiguientemente, que la culpa es de los demás no es creíble. Por ejemplo, el PIB de China ha subido hasta el 13% en abril. 300 millones de personas están viviendo cada vez mejor, ¿A costa de quién? De un continente viejo que debate sobre competencias territoriales y derechos de minorías. ¿Hay alguna borrega viva? Los cuatro millones y medio claman para despertarlas.Que la crisis de las hipotecas subprime azotaría con dureza a España y, especialmente, a Murcia era lógico a la vista de los hechos. Pero, además, nosotros vivimos nuestra propia crisis, que arrastramos desde mucho antes, y que sólo el brillo del oro, provocado por el ladrillo, ha sido capaz de ensombrecer. Una realidad marcada por bajos niveles de competitividad, productividad, investigación... Tan es así, que nuestro talento cogía el portante en busca de mecenas en otros lares. Que no, que no. Que hay que exportarlo todo menos el talento. Hagamos adaptaciones curriculares para evitar que los mejores se marchen a buscar quien los escucha,… mientras se hacen ricos con sus ideas.
Los remedios aplicados, más allá del rescate de los bancos, se han centrado en conectar a la máquina de respiración asistida a empresas y a muchos ciudadanos desmontados. Estas medidas han servido para aliviar los primeros síntomas a costa de disparar el déficit público y, en el ámbito laboral, blindar la dualización del mercado de trabajo y desincentivar la búsqueda activa de empleo o la vuelta adelante. Ya venimos del garantismo, ahora hay que debatir cuales son los deberes y no los derechos.
Segundo…Lo que no hemos hecho. La crítica.
Tres motores mueven la economía: el consumo público, el consumo privado y las exportaciones. Los dos primeros nos los hemos merendado y el tercero… ¡Hostias Pedrín…no podemos competir con los costes laborales de China y de la India! “…cuando ya no puedes hacer las cosas más baratas ni mejores que los demás, entra en juego la innovación […] Llevamos dos años de crisis y aún no hemos hecho nada".
¡Vaya lío!, encima, los chinos nacen pensando que el mundo es su mercado y nosotros seguimos pensando que el mercado son los sitios esos donde unas señoras con moño y delantal vocean… ¡Nena, nena, nena, braga a do euro, la que no lleva bragas es porque no quiere!
Tercero… Deja de reguñir y de criticar… y aporta. La propuesta.
A corto…. trabajar la competitividad y… pasarlo mal. Devanarse los sesos para hacer de nuestra economía, una economía exportadora (ahí es donde hay que hacer política). Promover círculos virtuosos y de innovación que faciliten la interacción del talento, la gestión y el dinero. Tres elementos que de forma aislada se desvanecen sin dar lo mejor de sí mismos. Acometer con decisión la reforma del sector financiero. Aprovechar al máximo los recursos y capacidades que, de momento, aún tenemos. Por último, la reforma laboral no puede esperar más ni dejar de responder algunas preguntas: ¿Quién crea empleo? ¿Por qué no aumenta la contratación? ¿Qué se puede hacer para eliminar las barreras que frenan la contratación? ¿Cómo podemos convencer a alguien para que contrate? ¿Cómo podemos ayudarle? Ayudemos a todos, incluido el empresario, sobre todo ahora.
A largo… cuestiones estructurales y…cambiar de modelo. Lo del cambio de modelo productivo lleva lo suyo. Mientras tanto tenemos que emplearnos en ganar la competitividad perdida. Apliquemos una dieta estracita al sector público. Acometamos una reforma urgente y profunda de la justicia que garantice la seguridad jurídica. Desarrollemos una reforma del sistema educativo que promueva la iniciativa emprendedora, premie el talento y facilite la adquisición de un segundo idioma. Apoyemos a los medios de comunicación de verdad y no a los tabloides. Revisemos, también, los sistemas de reclutamiento y selección de los políticos… ¡Soooooo!
El paradigma ¿De qué vamos a vivir dentro de 10 años en Murcia?
Pues mira por donde, sí, tenemos que ser Florida, y no Hollywood, y a eso hay que volcarse. No es fácil, tenemos que cambiar el chip. Nuestros zagales tienen que romper a hablar ingles en un santiamén: becas, gratuidad, estancias,….. Aprovechar nuestras ventajas competitivas: sol, paisaje, cultura, seguridad, comunicaciones, gastronomía….y una sanidad de primera que podríamos exportar sin movernos ni un paso. ¡Acho, lo tenemos todo! No es verdad, nos sobran las complicidades con los estafadores, los especuladores, también nos sobran negociantes y nos faltan empresarios, que no es lo mismo.
Reinventar nuestra agricultura: diversificada, distinta, ecológica,…así como la industria relacionada potenciando el diseño, la investigación y la puesta en valor de sus bienes y servicios.
…y el maestro José Mercé (alias El Morros) nos canta…”Diciembre esta en la calle y la primavera dentro”. ¡Ahí está er tío!

sábado, 17 de abril de 2010

CONVOCATORIA DEL SEGUNDO TALLER DE FORMACIÓN POLÍTICA


CAPITALISMO SOCIALISTA

Introduce y Modera: Longinos Marín Rives. Director de la Cátedra de RSE de la Universidad de Murcia

Día: sábado, 24 de abril.

Lugar y hora: Sede Regional del PSRM-PSOE de 10.00 a 14.00 horas

MEMORIA DEL TALLER" EMPLEO Y GOBIERNOS LOCALES: UN NUEVO MODELO PRODUCTIVO EN EL ÁMBITO LOCAL

Política en tiempos de crisis: pensando el nuevo modelo productivo desde la tierra

Tomás Valdés. Director Adjunto de Labour Asociados

La actual situación de crisis y algunos elementos de la realidad que no producen la crisis, pero condicionan la duración del ciclo, sus consecuencias económicas y sociales y las alternativas de salida, ponen de manifiesto algunas debilidades estructurales de nuestro sistema productivo y algunas disfuncionalidades de los sistemas de aprovisionamiento y distribución de capital, tecnología y stocks de capital humano, a las empresas. El hecho de haber perdido un millón y medio de empleos en un año con un impacto mínimo sobre el PIB (un 3% en términos interanuales); la lógica invertida de nuestro mercado laboral, que incrementa su productividad cuando pierde empleo (caso único en Europa); las tasas de trabajadores no cualificados o con baja cualificación, que excede el 40% de los trabajadores en nuestro país, la escasa productividad promedio de nuestras empresas, el bajo valor añadido del factor trabajo o la falta histórica de vocaciones empresariales entre los ciudadanos con mayor nivel de cualificación y mejores redes sociales, representan señales de alarma para cualquier economía avanzada, que exigen, cuando menos una parada para la reflexión.

En nuestro país, uno de cada dos escolares no finaliza con éxito ni obtiene el certificado de estudios secundarios obligatorios, dos de cada tres acceden al mercado de trabajo sin ninguna cualificación profesional, casi uno de cada dos alcanza la madurez laboral con niveles de cualificación bajos o nulos y con experiencias de trabajo no transferibles a otros sectores y empresas y el esfuerzo económico que representa la inversión pública en formación universitaria, se diluye en subempleos o empleos precarios, públicos y privados, raramente vinculados con los estudios realizados (excepto en carreras técnicas, tal vez), generando un retorno de inversión mínimo. Mientras que la mitad de los ciudadanos de la UE habla, al menos, un idioma distinto a la lengua materna y con el cual podrían mantener una conversación, los españoles se sitúan por debajo de esta media con un porcentaje del 36%.

Existe una relación cíclica entre la experiencia productiva de las empresas (conocimiento tácito) y los niveles promedio de cualificación alcanzada por los trabajadores, de modo que si las empresas se ven abocadas, por falta de capacidad competitiva o de iniciativas emprendedoras, a operar en sectores de bajo valor añadido, pierden su papel profesionalizador y condicionan a la baja el interés y la motivación para el desarrollo de estudios de ciclo largo y el aprendizaje permanente, al no existir una correlación entre la inversión inicial (costes, lucro cesante y esfuerzos) y las rentas del trabajo generadas. Este efecto, a su vez, condiciona la posibilidad de iniciativas emprendedoras de base técnica o tecnológica, lo cual parece meternos en un laberinto sin salida aparente.

Por otra parte, una cierta visión creciente de los ciudadanos como problema, satura de iniciativas reactivas la lógica de intervención de las administraciones públicas y una cierta orientación de sus actividades y programas hacia colectivos vulnerables, en los extremos de la campana de distribución social. En nuestra opinión supone un error por dos razones: primera porque el resto, aquellos ciudadanos que finalizan estudios medios o universitarios, no tienen solucionada su inserción laboral por la falta de cualificación profesional y por la escasa oferta de empleos de calidad en niveles de cualificación medios y altos, y en segundo lugar porque los servicios públicos o privados que atienden a mercados cautivos, tienden a la respuesta mínima y a la autojustificación. “De las crisis solo se sale cambiando”.

Los ciudadanos no son el problema, son la solución. Este es el cambio necesario. Y el desarrollo de sistemas de estado que doten a los ciudadanos de recursos útiles para su desarrollo personal y profesional, que amplíen su visión del mundo y promuevan la aplicación del pensamiento complejo al análisis de una realidad internacional cargada de incertidumbres, multiplicando la masa crítica de iniciativas económicas y sociales de alto valor añadido. Son tiempos para las ideas… y la política.

Educación, desarrollo personal, políticas activas y servicios públicos de empleo

Distribución social del conocimiento


Hace no más de 15 años, el papel y la sustancia (no cuestionada) de la educación en todo el mundo se ajustaba, prácticamente sin cambios, a las demandas del siglo XIX. Las escuelas, así concebidas, representaban lugares apartados, dependientes de centros de control burocrático, separadas por una valla protectora de la realidad cotidiana, con un único actor docente preparado para acumular y transferir el conocimiento enciclopédico de la época como una vieja reliquia de la Ilustración, animadas por una visión redentorista del hombre y su destino trascendente, pero ineficaces para romper los límites que impone el origen social de sus alumnos y garantizar su autonomía económica y laboral.

La primera evidencia es que se han multiplicado las interrogantes y se han reducido las certezas, en la medida en que se difumina la posición ocupada por las instituciones educativas tradicionales, como entorno natural de socialización y aprendizaje, y se sustituyen paulatinamente por una concepción más amplia, que da carta de naturaleza a nuevos escenarios para el aprendizaje: la familia, la empresa, las organizaciones sociales, los medios de comunicación, Internet, los espacios públicos regulados, etc. La segunda evidencia, en la nueva realidad internacional globalizada, es que el conocimiento actualizado y su propiedad, resulta ser determinante para fijar la posición social de los individuos, la posición competitiva de las empresas y la posición comparada de las naciones.
¿Cómo ajustar los sistemas de educación y formación para convertirlos en sistemas equitativos y eficientes de administración social del conocimiento? Entender la forma en que se distribuyen o concentran los conocimientos en los grupos sociales, empresas y naciones y la forma en que dicha distribución condiciona su desarrollo, puede servir de punto de inflexión para profundizar en el debate sobre la educación y la formación profesional necesarias, desde una óptica progresista.

Integración de políticas públicas y generación de impactos cruzados

¿Cómo romper la cadena de transmisión hereditaria de la pobreza? ¿Cómo comprometer a la población vulnerable en su proceso de desarrollo personal? ¿Cómo conseguir el éxito universal del sistema educativo en sus niveles obligatorios? ¿Cómo financiarlo? ¿Cómo multiplicar la capacidad de retención de las escuelas? ¿Cómo eliminar el fracaso escolar? ¿Cómo conseguir que cada escolar defina un proyecto de identidad personal antes de finalizar el nivel educativo obligatorio? ¿Cómo lograr que cada ciudadano reciba formación profesional, antes de la primera inserción laboral? ¿Cómo preparar a la población para su participación activa en la economía de mercado? ¿Cómo conseguir multiplicar el número de iniciativas emprendedoras? ¿Cómo conseguir la estabilidad y el éxito de los emprendimientos productivos de economía social? ¿Cómo multiplicar los esquemas de pensamiento basados en la ciencia y la tecnología, entre los pequeños empresarios? ¿Cómo multiplicar la oferta de empleo estable y con derechos? ¿Cómo multiplicar el nivel de información de la población sobre el mundo exterior y las reglas que lo conforman?

Ninguna de estas preguntas tiene respuesta fácil. No son cuestiones exclusivamente presupuestarias, y ninguna tiene solución desde un solo ámbito de gestión pública. La educación no es solo un problema educativo, la producción no es solo un problema económico de inversión y costes laborales, la pobreza no es solo un problema social, el trabajo no es solo un factor de la producción, la profesionalización de los trabajadores no es solo un objetivo del Ministerio de Educación, la iniciativa emprendedora no es solo un problema de formación y la democracia no es solo un problema institucional. Todo tiene que ver con todo. Y en este contexto, el trabajo representa una piedra angular desde la que construir derechos y fortalecer la democracia, un instrumento de distribución de renta y desarrollo personal, un objetivo para la orientación estratégica de la educación, una herramienta proactiva de desarrollo social, un ámbito de inversión eficiente para el desarrollo económico y la creación de riqueza y una condición sine qua non para la promoción del emprendimiento productivo de base tecnológica. El capital humano, representa un factor crítico para el éxito económico de las sociedades europeas y la expectativa de una vida digna y con derechos para el conjunto de la población.
Obligaciones del Estado. Institucionalidad de los servicios

El actual marco normativo convierte a la Administración Central del Estado (Servicio Público Estatal de Empleo) en un dispensador de subvenciones y un controlador, no tanto de la eficiencia social de las acciones, como de la correcta aplicación administrativa de los recursos. Dicho status quo inhibe su papel como impulsor de cambios y gestor de contingencias estatales, impide su función propositiva de análisis y pensamiento estratégico e imposibilita su cometido indelegable de garantía efectiva del derecho al trabajo, en todo el territorio nacional. ¿Cómo esperar resultados objetivos de las políticas activas de empleo si hace más de treinta años que se repiten de forma cansina los mismos objetivos, estrategias y programas, soslayando los cambios profundos producidos en el mercado de trabajo y en la propia sociedad española? ¿Cuál es el propósito de la negociación sobre políticas activas de empleo, a nivel estatal, si la gestión en el territorio convierte los objetivos y estrategias en una suerte de competición por los recursos, sin ningún tipo de control de resultados?

La lógica creciente de externalización de los servicios, sin control de eficiencia de las administraciones públicas, genera una multiplicidad de actores operando en el territorio (de forma no coordinada y a veces en competencia) que, lejos de mejorar la situación de los trabajadores en situación de desempleo, promueven una idea del éxito circunscrita al número de desempleados atendidos, convirtiendo los instrumentos en fines y los ciudadanos en clientes.

Resulta evidente que la incertidumbre y confusión de los trabajadores es hoy mayor que hace treinta años, respecto de las demandas y reglas de juego del mercado de trabajo, sus necesidades de cualificación mayores, en una economía globalizada cada vez más orientada a la agregación de valor a través del conocimiento y el talento de los trabajadores y los requerimientos de asesoramiento profesional crecientes, en un mercado de trabajo cada vez más precario, con tiempos de permanencia de los trabajadores en las empresas menores. Y sin embargo, cada vez hay menos formadores con experiencia profesional previa, cada vez menos orientadores con experiencia laboral y conocimiento del mercado de trabajo y cada vez menos especialistas en asesoría laboral con conocimientos sobre la producción y las necesidades de las empresas.

Sea cual sea la orientación que se de finalmente a los servicios, se gestionen con un lápiz o con la última tecnología informática, siempre habrá un factor limitante en la capacidad instalada del sistema para alcanzar los resultados previstos. Lo que saben hacer y hacen, los técnicos de empleo: asesores, orientadores, técnicos de formación, especialistas en intermediación laboral, condicionan la eficacia de los servicios y los resultados de las políticas.
¿Deben hacerse cargo los servicios públicos de empleo del aprovisionamiento de capital humano a las empresas (en la actualidad menos del 4% de la contratación se realiza por la intermediación de servicios públicos)? ¿Cómo ha sobrevivido el sistema de capitales, durante más de tres siglos, a cambios profundos y radicales en las formas de producir, sin un sistema público de aprovisionamiento de stocks de capital humano? ¿Es esa realmente la función prioritaria del Estado o más bien debería orientar sus prioridades a regular las condiciones de trabajo, proteger eficazmente las contingencias por desempleo, garantizar la libre elección de profesión u oficio y hacer efectiva la transferencia de rentas inmateriales a los ciudadanos, con valor social y significado profesional suficientes para gestionar un proyecto elegido de desarrollo profesional?

Y si las previsiones personales de los ciudadanos se truncan, ¿deben recibir menos y de menor calidad, que aquellos ciudadanos que han tenido una carrera personal exitosa (con una expectativa de reinserción laboral prácticamente inexistente para los mayores de 45 años o de igual calidad para el resto que si no hubieran pasado por los servicios de empleo) o deben de recibir más porque necesitan más y tienen menos?

¿Tiene sentido organizar las políticas activas y los servicios públicos de empleo sobre variables no controladas por el sistema (creación neta de empleo e intermediación)? ¿En que se diferencian las prácticas habituales de intermediación laboral y apoyo a la inserción de colectivos sociales vulnerables, de las prácticas generales? ¿Que características específicas presentan dichos servicios para garantizar la satisfacción de necesidades especiales de jóvenes, mujeres, inmigrantes, personas con discapacidad o mayores de 45 años? ¿Cuáles son los resultados reales?


¿Qué es lo mínimo qué debe saber y saber hacer un ciudadano, antes de la primera experiencia laboral, para que la expectativa de un trabajo digno, estable y con derechos sea un posibilidad factible? ¿Es esta es una cuestión que debe regular y garantizar el estado de derecho, o por el contrario forma parte del libre albedrío de los ciudadanos y afecta exclusivamente al ámbito de la decisión personal? La evidencia es que, lejos de distribuirse aleatoriamente entre clases sociales, tanto el abandono y el fracaso escolar, como la inserción laboral temprana (predictores de carreras profesionales discontinuas y de condiciones de trabajo de baja calidad) se concentran en una inmensa clase social trabajadora que sigue jugando un papel provisor de mano de obra barata y sin derechos. ¿Cómo encarar desde una política de izquierdas los problemas crecientes de fracaso y abandono prematuro del sistema escolar? ¿Cómo transformar las políticas de empleo pauperizadas, en políticas institucionalizadas de desarrollo personal e igualdad de oportunidades?

La precarización del empleo y las lógicas de producción a tiempo, generan disfuncionalidades sociales que afectan al papel de las empresas como espacio de socialización laboral, a la profesionalización de los ciudadanos y su productividad potencial y a sus expectativas de renta y desarrollo personal. Aprender un oficio o profesión representa una capacidad integrada que incluye el dominio de herramientas y procesos del trabajo, pero también lógicas de producción en situaciones reales de desempeño y habilidades relativas a la solución de problemas en el tajo y la búsqueda de respuestas alternativas a partir de análisis de costes, tiempos y recursos disponibles. Capacidades imposibles de garantizar con los actuales formatos de formación profesional, con tiempos y recursos claramente insuficientes.

Frente a esa realidad, el mercado de formación opera (como cualquier mercado) dando respuesta a la demanda solvente, no a las necesidades sociales y productivas. Tal como ocurre con el mercado de capitales cuando se desregula su actividad, opera con lógicas disfuncionales y ajenas al papel de soporte del sistema productivo y el mercado de trabajo, y acaba respondiendo a la lógica de su propio mercado en términos de mayor beneficio y menor coste. En la práctica, la política sostenida de contratación de desempleados sin experiencia profesional en actividades de orientación y formación de otros desempleados (e incluso de trabajadores), ha puesto al borde de la extinción una gran cantidad de profesiones y profesionales imprescindibles para el desarrollo de una economía intensiva en conocimiento, con un PIB industrial significativo y una productividad comparable con los países de nuestro entorno.

Seamos realistas, hagamos lo imposible.


sábado, 13 de febrero de 2010

Taller de introducción sobre pensamiento progresista y acción política. Ideas para la reinvención del gobierno .

Día y hora: Sábado 27 de febrero de 10.00 a 14.00 horas
Lugar: Sede Regional del PSRM PSOE. Calle Princesa, nº 13. Murcia.
Coordina: Tomás Valdés Cifuentes*
CONTENIDOS DEL TALLER
BLOQUE 1. La realidad social
La desigualdad social La pobreza La ruptura de la transmisión generacional de valores La ausencia ciudadana La falta de pulso social La sociedad corporativa La cultura emprendedora Los vectores de la corrupción La economía El mercado de trabajo Nuestro papel en el mundo. Actores.
BLOQUE 2. La política
El fin de las ideologías Sectarismo y ocurrencias El pensamiento líquido Los ciudadanos como problema Las reglas del juego La representatividad democrática Segmentación vertical de la política Derechos sociales VS derechos civiles Las políticas sociales Las políticas económicas, el cambio de modelo productivo.
BLOQUE 3: Retos para las ideas de progreso
La redefinición de la función pública La modernización de las administraciones públicas La calidad de los servicios públicos La cohesión social La distribución social de rentas inmateriales La igualdad de derechos y oportunidades La institucionalidad de las políticas de bienestar social Los sistemas de educación y desarrollo personal La economía intensiva en conocimiento
*Consultor internacional experto en Educación y Trabajo. Por reseñar alguno de sus últimos trabajos ha sido director del proyecto RETEC (Reforma de la Educación Técnica del Ecuador), del proyecto “Impuls Ciutada 21” (Proyecto de redefinición de las políticas publicas en materia de Cohesión Social en el Ayuntamiento de Calvia) y del “Estudio de situación y propuestas para el avance de los servicios de orientación” para el Ministerio de Trabajo” En la foto con los niños de la escuela de la Alpujarra cuando ejercia de Maestro.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Tenemos un plan:b)



Un espacio abierto a todas las personas vinculadas al mundo político, sindical y cultural del ámbito progresista.

Planteamos la posibilidad de acometer tres actividades estrechamente interrelacionadas:

1.- Puesta en marcha de una "Escuela de Activistas por el Cambio"

2.- Promoción de una Asociación Cívico-Política de “Ciudadanos por el cambio”

3.- Elaborar un “Programa para el cambio”

En una primera fase, la idea es montar un ciclo de jornadas de reflexión con el objeto de generar herramientas e instrumentos para la movilización y fabricar ideas sobre...

…“Pensamiento progresista y acción política. Ideas para la reinvención del gobierno municipal”